miércoles, 15 de febrero de 2012

El Día del Juicio Final


“Al fin, a principios de esta semana, se ha conocido la resolución del TAS por el “caso Contador”. Como era de esperar, ha salido exculpado del cargo de dopaje. Ha primado la lógica y la sensatez, por encima del purismo jurídico. La ínfima cantidad de clembuterol, detectada en su sangre, ha sido la principal causa para su absolución. El corredor pinteño ha mostrado su satisfacción por la conclusión del caso de forma favorable a sus intereses”.

Estas líneas podrían haber sido algunas de las reflejadas en cualquier medio de comunicación, si la resolución del proceso hubiera sido otra. Pero como todos sabemos, el final ha sido otro bien distinto.


Para empezar, el TAS es un tribunal arbitral del deporte que actúa de diferente modo a la justicia ordinaria. Mientras que en ésta se trata al imputado como inocente, debiéndose demostrar su culpabilidad, en aquél se parte del laudo, es decir, de su culpabilidad, por lo que se debe demostrar su inocencia. Ante esta tesitura, Contador tenía todas las de perder, pues su mayor prueba( el solomillo) salió eyectada de su organismo y los únicos que habían, supuestamente, comido el mismo tipo de carne, no pasaron ningún tipo de control antidoping. Así que de nada le sirvió la prueba del polígrafo ni su teoría de la contaminación alimenticia.

¿Secuelas? Un palo muy duro para el ciclismo, para un deporte en el que las mieles del éxito son tan efímeras como el espacio de tiempo comprendido entre un escándalo y otro. Si cualquier noticia relacionada con el dopaje es negativa, si incluimos en ella al máximo referente del ciclismo actual, las consecuencias se tornan dramáticas.

¿Qué conclusiones se extraen de todo el proceso? Muchas y variadas. Por una parte, la falta de democracia interna en este deporte. La AMA( Agencia Mundial Antidopaje) es el órgano legislativo pero, curiosamente, sus componentes no son elegidos por los únicos afectados por las normas, es decir, los propios ciclistas. Sus derechos se diluyen en un mar burocrático: federaciones, agencias, uniones… no parecen representar sus intereses de forma fidedigna.

Por otra parte, si anteriormente hablaba de que la presencia del dinero en el arte hacía de ello algo adulterado, con el deporte ocurre lo mismo. ¿Quiénes son los principales beneficiados con el dopaje? Evidentemente, en un primer plano se sitúan los propios deportistas, por su mejora exógena del rendimiento. Y es que una mejora del rendimiento trae consigo triunfos que podían parecer inalcanzables y, con ello, prestigio o, lo que es más importante, suculentas mejoras salariales. La trampa siempre ha existido y existirá, eso es obvio. Pero, ¿realmente existe tanto dopaje en el ciclismo como parece? Sinceramente, no lo creo. Y no lo creo por una sencilla razón: el camino de llegada es muy duro y sacrificado como para tirarlo por la borda de buenas a primeras. Las sanciones son muy severas y, en la mayoría de casos, no merece la pena arriesgarse (no olvidemos que no deja de ser un trabajo).

Entonces, ¿qué sucede? Aquí es donde sale a escena la reflexión más interesante. En un mundo sin dopaje, no haría falta una AMA ni su séquito de laboratorios y demás especialistas en detección de sustancias dopantes. Estos organismos se comportan como los parásitos, viven a costa de otros. Necesitan de los casos de dopaje, como una sanguijuela necesita de la sangre de su huésped para sobrevivir. Ellos son los principales interesados en la cruzada contra esta lacra. Son los abanderados de la lucha contra el dopaje pero, paradójicamente, necesitan de él para subsistir. Y si a ellos  les sumamos las jugosas cuantías que recibe la UCI por cada caso de dopaje, ya tenemos el caldo de cultivo adecuado para la proliferación de escándalos.

Volviendo al “caso Contador”, ¿qué es dopaje? Se podría decir que dopaje es todo aquello que mejore el rendimiento de forma exógena y artificial. Por lo tanto, es obvio que la ínfima cantidad de clembuterol encontrada en su organismo no afectó para nada en su rendimiento. Todo lo demás, son puras especulaciones. ¿Cuál es el verdadero problema? La inflexibilidad de una norma decretada por un órgano legislativo aislado de la realidad deportiva.

En resumen, el dopaje existe y seguirá existiendo, como cualquier otra trampa posible. Pero no, ni mucho menos, en la medida que nos quieren hacer ver en el ciclismo. Por otra parte, siendo el deporte más controlado, es lógico que aparezcan más casos que en otras disciplinas. Pero… ¿y si se hiciera lo propio en todos los demás deportes? Ahí dejo la duda.



 

Si hablamos de controversia jurídica, sería una desfachatez no hacer ninguna mención al “caso Garzón”. La sensación de que la clase política tiene inmunidad jurídica, en muchos casos, es palpable. Es cierto que ningún magistrado se debe situar por encima de la ley, utilizándola a su conveniencia. Pero no menos cierto es que hubo muchas ocasiones para condenar al juez Garzón por diversas tropelías y no se llegó a tal extremo. Curioso que sucediera en este caso, en el que se veían envueltos personas de cierto status político.

 ¿Se le debe condenar? Por supuesto, ha cometido un delito de prevaricación y, como tal, debe pagar por él. Un juez, por mucha reputación que tenga, no puede infringir las leyes a su antojo; debe someterse a ellas, ésa debiera ser su función. Violó un derecho constitucional como es el de la defensa y eso es incuestionable.

Pero el hecho de que su decisión no tuviera amparo legal, no excluye que al final resultara acertada. A través de las escuchas, se pudo comprobar como los abogados formaban parte de la trama y, por lo tanto, delinquían de consuno. Su validez no debería establecerse por su adecuación a la  rigidez de la norma, sino a la flexibilidad de las circunstancias. Sino suceden cosas tan esperpénticas como la que nos atañe, que la justicia real no se corresponda con la jurídica. Las escuchas demostraron la culpabilidad de unos y otros, pero al rechazarse como prueba inculpatoria no se ha podido “demostrar” su “culpabilidad”.

Todo esto nos conduce a una interesante reflexión. ¿Qué es la justicia? La justicia es evidente que no significa igualdad. En todo caso, podríamos decir que representa la igualdad ante la ley. Pero, ¿qué intención tiene esa ley? Dar a cada uno lo que se merece, se podría decir. Pero al ser esto algo tan subjetivo y al ser las personas que lo ejecutan entes totalmente subjetivos, se puede concluir, con acierto, que la justicia es un ideal inalcanzable.

¿Qué es lo que conocemos, entonces, por “justicia”? Un lodazal de normas, en las que unas y otras chocan constantemente y que nunca dejan satisfecho a nadie. O dicho con otras palabras: un intento artificial de otorgar lo que la naturaleza no es capaz de hacer por sí misma. Un desatino continuo.




4 comentarios:

  1. Igual te parece interesante este blog.

    Sin entender mucho de derecho, siempre me ha parecido muy claro en sus explicaciones.

    En cuanto a Garzón, puf, ahí le tienes, habiendo metido a la cárcel no a una ni a dos personas torturadas, ahora está en el comité europeo de prevención de la tortura... O_o

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    1. Gracias por el enlace Nyna :).

      He leído por alto las dos entradas referentes al caso Garzón. Poco clarificador la verdad, demasiados ambages: es culpable, pero podría no serlo...

      A mí el personaje me da igual, se lo dejo a los mass media. Lo que me preocupa es ver una justicia demasiado desviada de la realidad...

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    2. Joé, yo no entendí eso. Entendí que lo que había hecho estaba mal, pero que no era punible, porque no se podía demostrar que lo había hecho a sabiendas de que estaba mal...

      Aún así, te pasé el blog, no ya sólo por eso. Tiene una serie sobre la legalización e ilegalización de partidos muy buena.

      Vamos que cuando hay un tema candente legal suelo ir a ver qué se cuenta el profe...

      En cuanto a lo de la justicia. Creo que es un fiel reflejo de la sociedad que hemos construído. Si hay tanto corrupto, ¿por qué iban a salvarse los jueces, otro pie de poder?...

      Esto es como cuando haces una fiesta en casa. Si no quieres tener a la policía allí, invita a tus vecinos... pues esto es lo mismo... cuando la corrupción ya se ha generalizado tanto, involucra a los jueces, aunque sólo sea con comiditas y amiguismo... si total, son ellos los que nos "regulan"...

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    3. Como te dije, lo leí de forma superficial. Seguramente me equivoque.Pero te agradezco el enlace, siempre es provechoso leer a quienes dominan una materia concreta ;).

      Lo de justicia... No creo que sólo sea cuestión de la podedumbre del sistema, sino que, en su origen, la justicia está equivocada. Digamos que tiene mucho de justicia retributiva y de juicio personal.

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