sábado, 18 de febrero de 2012

La Reforma Laboral o la Reforma de la Moral




Antes que ser un asalariado en estas condiciones deplorables; antes que sufrir el chantaje generalizado por parte de la patronal y los estamentos políticos, antes que desgastarme en un trabajo precario e insufrible; antes que cargar con la ansiedad derivada de la inestabilidad laboral; antes que tragar con todo para conservar un puesto miserable; antes que padecer la desidia, la insolidaridad y la alienación de mis compañeros; antes que trabajar gracias a las subvenciones públicas al empresario( que no es otra cosa); antes que cargar con la culpabilidad ajena; antes que mal trabajar para malvivir; antes que hipotecar mi vida para vivir en un cubil; antes que sufrir las consecuencias de mi despido gratuito o a precio de ganga; antes que ser partícipe de la abominación neoliberal; antes que ser un pelele en manos de mi jefe; antes que ser un esclavo de facto…

¡Prefiero ser un esclavo de iure!

                                                                    


Y no, no me he vuelto loco ni me he tomado más copas de las recomendadas. Simplemente, quiero que se me reconozca legalmente como lo que soy en la práctica: basta ya de apariencias. Siendo un esclavo no tendré que afrontar ningún gasto personal, por lo que el salario se hace superfluo. Tampoco sufriré ningún chantaje, me dedicaré, solamente, a realizar el trabajo para mi dueño. No viviré con el temor a perder mi puesto de trabajo, pues al ser una posesión siempre tendré alguna tarea que desempeñar. No tendré compañeros y si los tuviera, vivirían de igual forma que yo. El estado no tendrá que gastar su dinero en mí. No tendré que preocuparme por comprar una casa, pues la casa donde trabaje será mi hogar. Nunca me podrán echar a la calle, pues ,como he dicho, soy una propiedad. No seré un neoliberalista, sino su antítesis. 

Sí, posiblemente perderé calidad de vida (peores comidas y ¿más horas de trabajo?). Pero para serles sinceros, no echaré de menos las comidas del McDonald´s ni las 12 horas de trabajo contabilizadas como 8. También tendré que tragar con todo lo que diga mi dueño, pues le pertenezco, pero al menos me resultará más fácil hacerlo ante alguien familiar. Perderé mis derechos como ciudadano, pero tampoco echaré de menos la escasa relevancia de mi voto, gracias a la ley electoral y gracias a la democracia de los borregos. Tampoco añoraré a muchos de mis amigos o familiares, pues gracias a su irresponsabilidad me he visto obligado a tomar esta decisión. Por último, y muy a mi pesar, tampoco echaré en falta mi libertad, pues gracias a esta reforma ya la han socavado un poco más, y no es que anduviera sobrado de ella.


Desde aquí quiero transmitir mi gratitud a todos los estamentos políticos por vuestra amabilidad, a todos los sindicatos por vuestra condescendencia y a todos los conciudadanos por vuestra resignación. Gracias de corazón, por hacer de mí un esclavo.

8 comentarios:

  1. Cada vez se oye más. Y eso puede ser un revulsivo. Hay veces que no basta con poner a la gente frente a un espejo, también tiene que reconocerse en él. Y yo soy de la opinión de que sí, de que empiezan a abrir los ojos.

    Ahora falta que tomen el valor de empezar a moverse... estamos al principio de "nuestra revolución industrial"... todavía falta lo más gordo...

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    1. No sé que decirte, yo también tengo la esperanza de que así sea. Pero por otra parte, veo el país muy calmadito para la que ha caído y la que seguirá cayendo... Espero que mi generación escarmiente en una gran proporción y que sean las futuras generaciones las que asuman sus responsabilidades civiles. Pero para eso hay que educar y no precisamente en esta escuela...

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    2. Siguiendo mi razonamiento, tampoco tenían mucho espacio para educarse, bajando a la mina... y lo consiguieron o con jornadas de 16 horas... y la diferencia es que nosotros ya "hemos vivido mejor" ya hemos probado la miel...

      Ya lo verás... se moverá y no será en España, será en todas partes...

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    3. Eso es evidente. Pero también es evidente que aquellas personas tenían un carácter más fuerte, más sufridor, sabían valorar más lo que poseían. En cambio, tu generación, la mía, las subsiguiente... no saben valorar lo que poseen pues no les ha costado ningún esfuerzo. Por lo tanto, no se lucha por ello porque no se tiene conciencia. La mayoría viven evadidos de la realidad y así es muy difícil rebelarse.

      Además, también opino como Wen o Mendi que, en cuanto mejore un poco la situación, va a haber menos "indignados". Hay muy poca solidaridad Nyna, los que ahora protestan es porque se creen damnificados y no porque crean que este sistema es injusto.

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    4. Creo que el trabajo se hace andando. La sociedad también. Y también creo que igual que si entras en el camino del acomodarse, volver a moverse en difícil. Pero...

      Si "te obligan a levantarte del sofá, porque sino, no comes, tus hijos no tienen futuro", también creo que va a ser difícil que luego te olvides tan fácilmente.

      Yo creo que cómo tu bien dices, se acomodan los que lo tienen todo hecho. Y con esto nos están llevando al frente, más tarde que temprano, pero no están obligando a ir a la guerra. Y entonces actuaremos como gatos escaldados. Mi esperanza, es que aprendamos de nuestros errores y, no hagamos dejación de responsabilidades políticas y enseñemos a pensar a nuestro futuro.

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    5. Yo también suelo apelar a la responsabilidad en mi discurso pero no sé... Parece que nos cuesta un mundo levantarnos de ese sofá, que hasta que no nos llegue el agua al cuello no nos movemos( y a veces ni aun así). Además la historia refleja todo lo contrario: han sido muchísimo mayores los períodos de sumisión que los de toma de conciencia. Somos animales muy gregarios ,como dice Mendi, y muy perezosos: preferimos quedarnos en el sofá atados de pies y manos, que salir a la calle a buscar la libertad real. Y ella seguro que no va a venir a nosotros...

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  2. Me gusta, me gusta mucho esta entrada. Tiene cinismo, tiene mala hostia, es el tipo de vinagre que me encanta beber.

    Nada que aportar. Bueno, sí, una cosa: según qué esclavo, vivía mejor que la inmensa mayoría de los trabajadores ¿libres? de hoy en día. ¿Quién es libre con una hipoteca? ¿Qué derechos tienes si reclamarlos te cuesta el puesto?

    A partir del s.II, el puesto de responsable del Tesoro en el Imperio Romano (algo así como ministro de Hacienda) lo desempeñaban esclavos y libertos. Incluso en la República, los esclavos griegos ejercían de profesores, con evidente relevancia intelectual y social. Eran personas respetadas.

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    1. Celebro que te guste ;). He de decir que supuse que te iba a gustar esta entrada, es muy tuya jaja. Es que cuando las cosas vienen mal dadas, hay dos soluciones: o nos lo tomamos a pecho y sufrimos o nos lo tomamos con humor mordaz. Yo prefiero lo segundo, es mejor para el corazón.

      Respecto a lo que dices... Aunque la entrada tenga un carácter visiblemente sarcástico,contiene dosis de verdad. Es así, tal cual dices. Vamos camino de convertirnos en Hilotas, es decir, personas desposeídas de sus derechos como ciudadanos.

      Paz.

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