viernes, 29 de marzo de 2013

Palestino




A veces,
me siento como un palestino.
Extranjero en mi tierra
desconocido para el vecino.
Extraño para mi gente
y también para mi suelo
que me tacha de diferente.


Indiferentes
se muestran mis conciudadanos
al oír, a menudo,
Las bombas de la política
explosionar
de aquí al extrarradio.

Inmolaciones,
detenciones
se suceden 
a cada momento,
sin servir 
de escarmiento
para el resto.




Siento como mis derechos
son mermados
por unos pocos
que viven a mi lado
y quieren vivir a mi costa
pero sin bloqueo
como en Gaza.


Prohíben mi credo
y censuran todo aquello
en lo que creo.
Pervierten mis derechos
y aniquilan cualquier deseo.
Imponen sus normas 
y también sus principios
sin aceptar la disensión.
Encerrando cualquier opinión
diferente a la propugnada
por la nación.




Siento que han erigido un muro
que me separa de mis hermanos
que impide que mi voz sea escuchada
y que pueda tender ,al maltratado, la mano.
Que me encierra en mi casa
y me condena a una libertad cercenada.
Que me dice tú no vales
y me escupe en la cara.


Siento que mi vida espiritual
ya no vale nada.
porque sólo cuento
,como una máquina,
para desempeñar
la función
que sea necesaria.
Y si no la hubiera,
harían que sintiera
que mi vida
es un infierno,
que no merece la pena
y que sería mejor
que me esfumara
y desapareciera.
Sin dejar rastro
de mi paso.



Siento que mi religión
ha sido profanada.
Mi templo derruido
y mis oraciones
rechazadas.
Que mi Dios
ha sido derrocado
y mi profeta
encadenado.
Todo por un ídolo
desnudo y vacío.
Por el que muchos
se ciegan
con sólo mirarlo.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario